sábado, 24 de diciembre de 2005
Miserable poesía
(Ediciones Raro, ISBN: 84-609-1204-3)
SELECCIÓN DE POEMAS
Así
Se necesita
mucha oscuridad
alrededor
para brillar un poco,
una estupidez magnífica
para vivir así,
de esta manera.
(Pág. 9)
Hampa
No le preguntes
qué quiere decir vida
qué significa dignidad,
a ninguno de esos comisarios
de arte policial
y pensamiento infame.
No le preguntes nada
a ninguno de los expertos
en burocracia y baboseo.
El futuro de la poesía
está, como el de todo,
en manos del hampa criminal
y sus mafias de cretinos.
(Pág. 11)
Miserable
Miserable poesía
si no te lleva lejos,
fuera de esta vida
tan zafia y repugnante,
más allá de la muerte
democrática y vulgar.
Miserable poesía
si no te lleva fuera
de todos los sentidos, l
ejos de todas las palabras.
Miserable poesía
si no termina al fin
con la poesía.
(Pág. 59)
Procedencia
De vez en cuando,
algo asoma
debajo de mi lápiz
que a mí mismo
me aterra y sorprende.
Algo escrito por mí,
y, sin embargo, tan extraño
que ni yo mismo sé
de qué alma brota,
de qué mano procede.
(Pág. 99)
FELIZ NAVIDAD
miércoles, 14 de diciembre de 2005
Madurez
"La madurez ha de mantenerte con el espíritu de siempre"
jueves, 8 de diciembre de 2005
miércoles, 16 de noviembre de 2005
Mantenerse
Y comunícate con los seres que te rodean.
Es clave en la existencia.
viernes, 11 de noviembre de 2005
jueves, 27 de octubre de 2005
me gusta pensarte
me gusta pensarte
recrear mis palabras en tu oído
tus palabras en mi oído
repensarte
y recrear un soplido húmedo
sobre la piel erizada de mi espalda
A Pablo, cómplice, siempre
Me quedaré
con vosotros
en vosotros
sumergida en el recuerdo del valor humano,
del calor humano;
olvidando tratando de olvidar
el frío de la lejanía
que explota
como un globo lleno de fantasmas del pasado.
A vosotros, que durante cinco meses me habéis hecho sentir… bien
martes, 25 de octubre de 2005
Adiós memoria adiós
Quise olvidarte.
Más que eso,
necesité olvidarte.
Lo intenté.
Lo conseguí.
Fue tan intenso el deseo
que me pasé.
En mi cerebro hubo una fuga de neuronas
y ahora tampoco recuerdo otras cosas.
Sólo recuerdo
lo que sufrí el día de mi Primera Comunión
con los zapatos pequeños.
Lo que sufrí,
los tres años de la guerra civil,
lo que sufrí
cuando aprendí a nadar.
Pero no recuerdo lo reciente…
¿Dónde he puesto mis gafas?
¡Qué mala cabeza tengo!
Tengo mal la cabeza,
(es preferible a tener mal el corazón).
Viviré más.
Aunque no me acuerdo para qué.
Gloria Fuertes
ES DIFÍCIL SER FELIZ UNA TARDE
ISBN: 84-7839-340-4
lunes, 24 de octubre de 2005
domingo, 16 de octubre de 2005
ESCALAS DEL COLOR DEL SUEÑO / Si
y creo que al creer en ti te hago más real de lo que eres
más sencillo de lo que quieres y más real de lo que puedes
si alargo el brazo, mis dedos alcanzan a tocar tu recuerdo y, como tal,
sí te sueño sí te creo sí te veo sí te siento
y sueño más allá de las palabras que hoy no me dejan dormir
y sueño más allá del silencio que rodea esta habitación
en la que duermes al lado de donde debiera dormir yo
y confundida trato de rozar el sueño que se te escapa tras la almohada
sí te siento sí te sueño sí te creo y sí te veo
y siento que sufro al verte alejarte y que sufro al tenerte cerca
y que no sé qué es mejor si morir aplastada por el recuerdo amargo de tu mirada
o vivir la pesadilla de tenerte y alcanzarte y no
sí te veo sí te sueño sí te siento sí te creo
y veo a través de las paredes pintadas de colores
un largo domingo en que no duermo
en que te siento acercar y te alejo de mí
en que no quiero que vengas y voy hacia ti
en que me revuelvo entre las paredes que ahogan este grito
en el que trato de decirte que por favor no vengas a mí,
que te alejes y que dejes que el sueño brote en mis horas
y me permita recuperar el tiempo perdido (o ganado)
pensando y despensando en ti
ESCALAS DEL COLOR DEL SUEÑO / La
y en vez de heridas me causan hondas penas gruesas lágrimas.
Logras así colarte en mis venas y recorrerme entera
cada vez que inspiro expiro
y la sangre circula de arriba abajo por ellas.
Llego a creer que considerar el pasado y el presente
es el único futuro plausible que puedo esconder de ti.
Cualquier cosa que hago parece ir hacia ti, y a la vez,
huye de ti todo mi ser cuando te siento cerca
porque misteriosamente no tengo más dueño que el fuego de tus pestañas
y cuando me miran parecen esconder y mostrar todas mis miserias más íntimas.
Lavas mi deseo y lo blanqueas con química amarga.
Si no pienso en nada, si no siento nada,
si no veo o no huelo nada, floto en el océano de las palabras ausentes.
Vuelves sin yo llamarte, y así como vuelves ruego que te marches
que dejes de ser silencio,
que dejes de ser palabra callada y susurrada de madrugada.
Desátame esos lazos que me cubren de ti aunque me inciten a lanzarte lejos de mí.
ESCALAS DEL COLOR DEL SUEÑO / Sol
y, si lo niegas, yo lo afirmaré
sólo viniste a verme llorar
a verme romper los vasos de cristal de bohemia que calman mi sed
a verme saciar mi apetito con culebras de metal
a ver cómo me retuerzo si te miro desde lejos.
Sólo puedes verme llorar porque en ti sólo hallo dolor placentero.
Parezco masoca si digo que te quiero ver a mi lado de nuevo
y miento si te pido que no vuelvas a pesar de que cuando vuelves
parece que sólo lo haces para verme llorar
llorar lágrimas llorar palabras llorar silencios llorar versos
y mis dedos enloquece buscando sobre el papel
la expresión exacta de mis sueños,
la imagen clara y precisa del silencio que rompes con tu sola presencia.
Porque al verte el temblor que suele acompañarme se refugia en mi sombra
para dejar hueco al llanto silencioso que me dejas.
¿Por qué? Vete, por favor, y no vuelvas nunca más.
ESCALAS DEL COLOR DEL SUEÑO / Fa
O tú faltas en mí.
Decide qué prefieres porque si soy yo la que debe elegir
quizás yerre.
Me ciega la locura.
La fiebre nubla mis ojos y no veo con claridad.
No puede ser, no estás y, sin embargo, aquí estás, de nuevo a mi lado.
Fallaste al quererte esconder en mis cuadernos
porque emerges así, sin yo quererlo, cada vez que deseo escribir.
Te escondes de mí.
O yo me escondo de ti.
Ven a mirarte en mi piel,
está cubierta de fuentes de sueños de silencios.
Por favor, déjame ahuyentarte.
Sal de mis sueños, deja que me abandonen las pesadillas.
Sal de mí.
Déjame volver a ser de nuevo
silencio de otoño
canción de verso
estrofa de un sueño
que se pierde en el recuerdo.
Ve y déjame en paz.
Tu marcha sólo me traerá la tan ansiada tranquilidad.
Si vuelves algún día, no puedo garantizarte
que halla dejado ninguna rendija abierta
por la que tú puedas volver a colarte.
ESCALAS DEL COLOR DEL SUEÑO / Mi
Abro los ojos,
las pestañas levantan el telón de mi vida
y emergen los fantasmas como sombras
cada vez más cercanas que no me dejan dormir.
Te miro,
y el reflejo de ti que me regalan las sombras pasivas del pasado no me basta.
Lloro.
Las lágrimas brotan gota a gota donde no debieron brotar nunca.
Cierro los ojos.
Se baja el telón.
Hoy no quiero aplausos, por favor.
ESCALAS DEL COLOR DEL SUEÑO / Re
Repetirte que no he venido a quedarme,
que el largo letargo que me mantuvo callada y lejana no ha finalizado.
Retomar el hilo conductor de tus pestañas
y alejarlo de mis legañas tristes y claras.
Dejo mis besos en la salsera de cerámica china que reservo para las visitas
y la melodía de un canto antiguo y celta viene a mí
para apoderarse de la sombra que te dejo de recuerdo.
Repito, y no me cansaré de hacerlo, que no vine a quedarme,
que marcho tras el recuerdo de las bromas que me gastan mis sueños.
ESCALAS DEL COLOR DEL SUEÑO / Do
Las horas caen lejanas y el silencio aterra hasta las más pequeñas palabras.
Un murmullo de amarillo me mira desde la distancia,
y yo, a través de la ventana, le devuelvo lentamente la mirada.
El sueño delimita mi tiempo mientras yo lo tiro al vacío.
Y vienes a mí
desde las fronteras de la fantasía
dominas mis sentidos mis pensamientos mis deseos
rodeas mi ensueño morado convirtiéndolo
en negra noche oscura y silenciosa.
El silencio, de nuevo, viene a mí llorando palabras que le sobran,
que no quiere, que desprecia…
Y yo, renegando de él,
le devuelvo todo lo que recogen mis manos agujereadas
que no dejan escapar más que suspiros de color plata.
Donde no llegan mis sueños
donde no llueve nunca
donde no hay ríos ni montañas ni mares
donde la arena se cuela en tus entrañas
rugen mis legañas anhelando tu presencia aún lejana.
Si vienes, parece que te estás marchando.
sábado, 15 de octubre de 2005
Cartografía, de Aurora Luque
Hay palabras tan bellas y fugaces
que no puedo negarme a regalarlas,
a fijarlas en mapas que te exploren.
Hay poemas con frutas de ultramar
que envío urgentemente
y no sé si tu noche
saborea o rechaza.
Hay regiones de vida tan amargas
que no caben en mapas
antiguos de nosotros.
Aurora Luque
En el libro: "Carpe noctem", pág. 30
(ISBN: 84-7522-314-1)
viernes, 14 de octubre de 2005
Dejar de buscar para encontrar
martes, 11 de octubre de 2005
Eugénio de Andrade
abdicou do seu ofício
(Hay un lugar en la mesa donde la luz
abdicó de su oficio)
Eugénio de Andrade
lunes, 3 de octubre de 2005
Sombras con forma de luna
Eclipsados
miércoles, 21 de septiembre de 2005
Tu silencio
cuando callas, tu recuerdo se apodera sin quererlo
de todo mi pensamiento, y te siento tan presente
cada vez que penetra el aire, suave, en mis pulmones,
en cada inspiración triste, lenta, honda y recordada.
Mis días pasan despacio mientras trato de descubrir
el mensaje que quizás escondiste tras tus palabras
que viertes en mí como dulce esencia, con cuentagotas.
Y vuelves a ser el centro de mi pensar, de mi soñar,
de mi mirar a través de los vidrios aún empañados
y vuelvo a ver sólo el recuerdo de tu rostro borroso…
jueves, 8 de septiembre de 2005
Poema
A Pablo, como siempre
Dejemos que nuestro amor sea como un río…
que cuando llueva el cauce sea abundante;
que si hace sol el camino se agriete a nuestros pies;
que crezca con la lluvia que mana de nuestros ojos;
que se desborde en primavera;
que a su ribera crezca el verde;
que los sauces bajen a acariciar sus aguas;
que bajo su superficie se acaricien nuestras manos;
que en su espejo se crucen nuestras miradas…
Dejemos que nuestro amor sea como el Arco Iris…
que si yo me siento azul y tú amarillo,
entre los dos seamos esperanza verde;
que si yo hoy soy de color rojo y tú azul,
el morado se adueñe de nuestros sueños;
construyamos el monumento al silencio
cuando tu blanco busque consuelo en mi negro;
y que un gris apagado dé paso, primero, al rosa pálido,
y, después, a la fusión efervescente de los fosforitos.
Quiero construir a tu lado mi nido,
despertar en tus brazos si mis sueños son malos,
abrazarme a ti si mi silencio me ahoga,
sentir tu mirada en cada uno de mis pasos,
volar a través de la ventana hasta la luna de plata
y allí mecerme de madrugada cuando la rabia me despierte,
convertirme en ave soñadora si me miras,
ser en ti, como tú eres en mí,
ser, tan sólo, nosotros.
martes, 16 de agosto de 2005
CANCIÓN
I always wanted
to return
to the body
where I was born
A. Ginsberg
A Edisa
Cuando regreso a ti
siempre hallo restos de lo que fui.
Cuando vuelvo a ti
abrazo la imagen pasada de mí.
Las calles empedradas
que rodean tus pisadas
me traen sonidos callados
ocultos tras el silencio.
Siempre quise volver
al cuerpo donde nací,
al anhelo que haces brotar en mí
a la imagen que tengo de ti.
Tu voz pausada,
la mirada perdida,
tu sonrisa clara…
Siempre vuelvo a ti,
al cuerpo donde nací,
a los brazos que dieron forma
a los sueños que ya perdí.