sábado, 25 de agosto de 2018

Bodas de oro

Hace ya muchos años que mis abuelos celebraron sus bodas de oro. Vinimos todos a San Román de la Vega (Astorga, León) a celebrarlo con ellos. Es su pueblo, donde hicieron su vida, donde la compartieron con nosotros. Ya faltan varios de los que nos juntamos para celebrarlo, faltan el abuelo Lauren, mi madrina Bego y mi tío Pablo. Les echamos mucho de menos. A diario.

Hoy quiero compartir con vosotros este poema a esas bodas de oro de mis abuelos. Está dentro de un capítulo que llamé: "El cuerpo donde nací" del libro "Mi sombra sobre la falda de la montaña".

Si queréis el libro lo podéis leer en pdf gratis en la sección de publicaciones de este blog. Y si lo queréis comprar en papel aún me quedan ejemplares, pedídmelo sin problemas, estaré encantada de deciros cómo adquirirlo: pilarfresco@gmail.com



V.- Bodas de oro

"Dígale: no estés triste, / no importa que estés muerto, 
igual seguimos enredaditos. / Dígale que esta noche ha sonado la música."
Eduardo Galeano
En silencio, Edisa y Lauren se miran.
Aún es temprano, aún tienen tiempo para aprovechar el día,
caminar hasta el canal, recorrer los montes...
Aún es temprano.
Edisa y Lauren se sonríen (siguen juntos).
Tiempo atrás, él viajaba a través de los continentes
en busca de un sustento para su familia.
Se perdió la infancia de las niñas,
la juventud adorada de su esposa.
Ahora, en la distancia que siembra el tiempo,
Edisa y Lauren reviven sus sueños.
Ven, cógeme de la mano, vayamos al baile.Mis hermanos no nos miran, dame un beso, rápido.
Lauren sonríe.
Edisa es alegre,
Edisa ríe incluso mientras silba.
Lauren contempla ese sueño deslizarse en sus brazos.
Ven, baila conmigo.No me dejes sola, no me dejes...
Aún es temprano.
La artrosis tiene sus dedos torcidos,
Edisa y Lauren se miran con los ojos húmedos.
Hace ya cincuenta años, medio siglo,
que unieron sus caminos.
Aún siguen juntos.
Se sonríen y se dan un beso....
En silencio, Edisa y Lauren se abrazan.
Pilar Escamilla Fresco  


viernes, 24 de agosto de 2018

He vuelto

Abuela, he vuelto. Pensé que no lo haría, pero he vuelto. Recorro las calles de este pueblo agarrada de la mano de mi nuevo amor, un amor verdadero. Abuela, me gustaría que le conocieses, seguro que te gusta.

Abuelo, tu casa está deformada. Los nuevos dueños han hecho un desastre con su fachada, estoy convencida de que te dolería verlo. Lo siento mucho, abuelito.

También hemos estado paseando por Astorga. Esta ciudad me trae a la memoria todos los paseos e historias que hemos compartido. El café con rosquilla en El Pasaje, el brujo Merlín en el León y el Águila, mi hermana y mi primo paseando sus pies pequeñitos por la muralla, y Gaudí, majestuoso al lado de la Catedral.

Abuelos, ojalá pudiérais ver este presente mío. Quiero compartirlo con vosotros y con Bego. Pero sólo está con nosotros la abuela, o su cuerpo. Porque ella se fue hace tiempo y ya casi ni nos reconoce.

Abuelos, he vuelto. Y quiero que sepáis que mi amor es de un pueblo de al lado del vuestro. Que es dulce y bondadoso. Que me quiere con locura. Y que tenemos una familia que ojalá pudiérais conocer porque me hace feliz y sé que seríais felices conmigo.

Abuelos, pensé que no volvería, pero he vuelto...

Igual no vuelvo

En 2010, cuando pensé que no volvería, también hice este pequeño vídeo. Espero que os guste. La canción es de uno de mis mejores amigos, Agustín Alegre (a ti, querido gigante de ojos verdes, también te echo muchísimo de menos):