domingo, 20 de febrero de 2022

Gloria Fuertes y Ana Merino, un tándem para unir generaciones


Desde el ya pasado 2020 he ido haciendo algunos aportes personales (pocos, la verdad) a los homenajes que se han ido haciendo a mujeres escritoras. Hoy os quiero hablar de poesía, y de Gloria Fuertes y Ana Merino.

Podéis leer el texto o ver el vídeo o ambas cosas.



El esfuerzo cotidiano de las mujeres

Quienes nos hemos criado en la década de los 80 tenemos una idea de quién fue Gloria Fuertes. Al menos de quién fue para nosotros cuando éramos niños. Gloria era esa mujer amable y afable que desde la televisión nos leía versos y nos hacía sonreír con rimas juguetonas que parecían sencillas pero que nadie más ha sido capaz de reproducir con dicha maestría. Todos recordamos con cariño las Tres Reinas Magas (rompiendo así, casi en secreto pero gritando, una lanza feminista a favor de quiénes llevan tantos años ocultas entre los pliegues de la historia), o los animales de “la pájara pinta”, “El camello cojito”, “La gata chundarata” y muchos más. Gloria daba voz a todos los niños que en esos años empezábamos a despertar delante de un televisor que trataba de dar algo de calidad a la programación infantil de la época.

Yo no soy capaz de hablar de Gloria sin escuchar por dentro de mi cabeza su voz ronca, comida por el tabaco y el trabajo, la vida que amaba y que tanto le costó vivir. Nació en Lavapiés, de familia muy humilde. Como muchas niñas de su época, fue educada en colegios religiosos. Recuerda su infancia como la de una “niña con zapatos rotos y algo triste porque no tenía muñecas”. Estudió taquigrafía y mecanografía, higiene y puericultura. No quería heredar los trabajos de modista y niñera de su madre. Empezó a escribir con catorce años, cuando estalló la guerra. Ella lo describe así: “A los nueve años me pilló un carro / y a los catorce me pilló la guerra; / a los quince se murió mi madre, / se fue cuando más falta me hacía…”.

Trabajó mucho, de contable, de secretaria, de redactora, y de bibliotecaria. Trabajó en los Estados Unidos con una beca Fullbright de Literatura Española, y luego dando clases de español a estudiantes extranjeros en Madrid.

Mirad qué súper foto de la biblioteca ambulante (en moto) de nuestra querida Gloria Fuertes. ¿No es maravillosa?


Ganó varios premios y nunca, nunca, dejó de escribir, de leer y recitar versos a personas de todas las edades y de transmitir su pasión por las letras a todo el que la rodeaba, pero en especial a los que ella consideraba los más importantes: los niños.

Fue revolucionaria, rebelde, y feminista cuando en España estaba prohibido hablar de feminismo. Fundó, junto con Adelaida Lasantas, un grupo poético que ofrecía recitales y lecturas y se llamaba “Versos con faldas”. Intentó vivir como quiso. Y, no sin esfuerzo ni sufrimiento, lo consiguió.

Los que sólo la recordéis por los poemas infantiles y su participación en Un globo, dos globos, tres globos, os animo a que abráis bien los ojos y la busquéis en las bibliotecas, en la sección de poesía de adultos. Porque no os dejará indiferentes.

Su autobiografía lo dice todo de ella, por ella misma:

AUTOBIOGRAFÍA

Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
y a los catorce me pilló la guerra;
A los quince se murió mi madre, 
se fue cuando más falta me hacía.
Aprendí a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos por zanahorias.
Por entonces empecé con los amores,
-no digo nombres-,
gracias a eso, pude sobrellevar
mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
pero me detuvieron a mitad del camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.

Gloria Fuertes

Ana Merino: Foto: El Cultural

Salvando las distancias del tiempo, a mí la poesía de Gloria me lleva a una mujer imprescindible en el panorama literario actual: Ana Merino. Ha sido galardonada con el premio Nadal de Novela por su obra narrativa El mapa de los afectos, así que antes de hablar de su obra poética y de por qué Gloria me lleva a ella, quería desde aquí darle la enhorabuena y desearle lo mejor. Y no es el único premio que ha recibido: el Adonais de Poesía en 1994, Fray Luis de León, Jaime Gil de Biedma….

Siendo hija de José María Merino y habiendo nacido en 1971, Ana seguro que creció escuchando y leyendo a Gloria Fuertes. Como Gloria, Ana nació en Madrid y se ha dedicado a la literatura desde el principio. Ha escrito en todos los géneros, como Gloria: novela, poesía, teatro. Nada le resulta ajeno a esta mujer incansable a la que parece que el tiempo le haya regalado la magia de poder hacerlo todo a la vez y de manera magistral. Además, y para admiración mía, es especialista en cómic y novela gráfica. Y, cómo no, también se ha metido en el mundo de la literatura infantil.

Aunque ya la tenía seleccionada y había pensando en ella hace tiempo, cuando Mercedes G. Rojo me propuso esta iniciativa tan imprescindible, me ha encantado encontrarme en el vídeo de Raquel Villanueva sobre Idea Villarino a Raquel Lanseros, poeta con la que Ana Merino ha colaborado en varias ocasiones y con la que ha publicado una recopilación de poetas en español del siglo XX titulada Poesía soy yo.

La poesía de Gloria y la de Ana son muy distintas pero ambas tienen una voz personal y única dentro del panorama literario contemporáneo y al leer a Ana una voz interior me lleva a los poemas de Gloria, pero no a los poemas infantiles, sino a aquellos que descubrí ya cuando fui a la universidad de la mano de Moncho Otero y Rafa Mora cuando les iba a ver actuar en el Café Libertad 8 de Madrid: la poesía de mujer a mujer que las dos defienden con uñas y sangre, buscando su propio lugar en la historia de la Literatura con mayúsculas.

«poetisa lleva a veces asociada la connotación de “poeta menor” Según la FUNDEU.

Debo además decir, sin temor a equivocarme, que Ana Merino está completamente de acuerdo con Gloria Fuertes en defender el término poeta ante poetisa: ya que como se dice en la Fundeu «poetisa lleva a veces asociada la connotación de “poeta menor” y también que el uso de poeta como común en cuanto al género se documenta ya en la lengua clásica». Las dos son POETAS, en mayúsculas y sin distinción de género, eso sí, sin renunciar al mismo.

De Ana Merino podría recomendar muchos libros. Casi toda su obra poética está editada por Visor y sus libros tienen en mi memoria esas portadas negras con textos limpios y blancos y una pequeña ilustración en medio. La conocí por Juegos de niños, ya que me he devorado la sección de poesía de mi biblioteca de referencia y fue para mí un descubrimiento que me dejó con la boca abierta un buen tiempo, y que me animó a buscar en otras bibliotecas, incluso a comprar, otros poemarios como Los días gemelos, Compañera de celda, Los buenos propósitos y, para mí su mejor libro Curación. De este último poemario es el poema que hoy he elegido compartir con vosotros.SI ESTÁS VIVA Si estás viva tendrás que acostumbrarte al desamor con su desapacible exuberancia; neutralizar cualquier indicio de su patógena presencia para volverte inmune sin perder la cordura. Ser metódica, tragar el desafecto con ternura y reírte en secreto de tu propia tristeza. Si logras superar este fracaso, te harás adicta a lo que más te duele, al entramado hostil de las causas perdidas que deambulan contigo por esa geografía de plenitud ingrávida que te ayuda a volar cuando los espejismos se mezclan con las huellas de los rinocerontes que lloran enjaulados. Silencia lo que intuyes, drena su desnudez para que cauterice, y nunca olvides que el tiempo enamorado es una medicina que se agota, entonces no podrás ocultar sus secuelas. Ana Merino

Ah, y antes de despedirme permitidme un consejo: no os olvidéis de buscar a todas estas autoras tanto en las bibliotecas como en las librerías. Buscadlas, leedlas y disfrutadlas. No os cansaréis nunca de descubrir voces nuevas y embriagadoras.

El uso de poeta como común en cuanto al género se documenta ya en la lengua clásica. Advertencia de la FUNDEU.

TEJIENDO EN LA SOMBRA



Tejiendo y leyendo y escribiendo y viviendo y soñando y amando y… y todo lo que hago siendo todo lo que soy. Ahí estoy yo, detrás de este filandón violeta, intentando sobrevivir en una gran ciudad donde me siento hormiga, leyendo, escribiendo y recitando poesía, siendo madre, trabajadora y poeta de guardia, como decía nuestra querida Gloria.

Me llamo Pilar Escamilla Fresco y si quieres saber de mí búscame aquí: www.caradeluna.es

Pero ante todo lee poesía, lee poesía todos los días de tu vida. Y si tienes hijos, léeles poesías. Sin poesía, no hay vida.

lunes, 7 de febrero de 2022

Marina Díez en el Filandón violeta

Publicado originariamente en: Marina Díez en el Filandón violeta

DECLARACIÓN DE INTENCIONES

Nos reunimos, charlamos, hilamos versos y somos libres. Somos mujeres, madres, tías, abuelas, hermanas, hijas, escritoras, amantes, trabajadoras, amas de casa, luchadoras, idealistas, soñadoras…

Nuestro hilo es la palabra, el verso nuestra arma y la lengua la artillería que usamos para defendernos.

Somos violetas. Y nos reunimos a tejer palabras con nocturnidad y alevosía. Quien nos quiera escuchar, que nos siga de cerca.

Sed bienvenidas y bienvenidos a esta nueva entrega de nuestro FILANDÓN VIOLETA.

***

Marina nos mira con ojos de duende y de hada, no sabría decidirme por uno de ellos porque en su mirada clara y pícara veo ambos. Marina es una de esas mujeres que siempre te dice algo. Es inteligente sin alardear de serlo, culta sin hacerte sentir inculto, guapa sin presumir de nada, y desde luego: inquieta. No me la imagino de brazos cruzados o aburrida. Pero sí me la imagino disfrutando de la vida y exprimiéndola al máximo.

Empecemos, como siempre, con una introducción para que los que no la conocéis sepáis de quién os hablo.

Marina Díez

© Marina Díez

Miembro fundador del colectivo literario #Plataforma. Tiene seis poemarios ya publicados entre los que destacan Despierta, escrito en voz de mujer maltratada, Allá (libro objeto), Cajón desastre, que recopila casi toda su obra conocida hasta el momento y cuya contraportada fue escrita por Antonio Colinas y Será la luna.  Actualmente se encuentra inmersa en la presentación de su libro doble, escrito junto con Vanesa Díez: Filandonas / Volandas.

Mente inquieta y coordinadora cultural en su León natal. Participa en infinitud de eventos poéticos y culturales como el Festival Ollagoru, Urollago, Versos en Busmayor, Poesía para Vencejos, Poemas en el claustro o Coronio. Creadora de Llariega, recital poético realizado para el MUSAC. Maestra de ceremonias en el 50 aniversario de la muerte de don Antonio González de Lama. Patrocinadora de los Poetry Slam de León, Gijón y Avilés. Imparte talleres de escritura creativa y poesía. Colaboradora de “El diario de Valderrueda”. Alma mater de Mariposa Ediciones. Madre de una niña con ojos de océano. Amante de su tierra y, sobre todo, de su pueblo: Sopeña de Curueño.

A Marina podríamos estar escuchándola horas y horas, por el interés de lo que siempre cuenta, por su voz dulce y por su expresividad que hacen que el tiempo pase volando a su lado. Si podéis, seguidla en redes sociales porque siempre hace reflexiones, comentarios, propuestas a cada cual más interesantes.

Para seguir profundizando en nuestra protagonista de hoy, os dejo una breve entrevista que me ha concedido. Leedla en detalle. Es fascinante.

¿Qué es para ti la poesía?

La poesía es mi vida. Fuera de esta aclaración, si lo que quieres es que te defina “Qué es poesía” te remitiré a González de Lama, quien decía que la poesía es. Sí: «punto». Se sabe que es poesía cuando se lee o se escucha y se siente y no hace falta explicarlo. Quién descubre la poesía lo sabe. Bécquer nos decía “poesía eres tú” ¡y claro que lo eres! Porque para qué un poeta sin un lector que dé sentido a esos versos escritos.

La lectura de poesía es minoritaria, ¿cómo convencerías a alguien que dice que no le gusta la poesía para que se introduzca en su lectura? 

Como con cualquier género lo sencillo sería explorar hasta dar con lo que te gusta. Igual que hay muchos tipos de novelas hay muchos tipos de poesía, raro es no encontrar alguno que te llene. El problema es que nos han obligado a leer aquello que consideran poesía “de cátedra”, que está bien, pero no es sencillo empezar por ahí. Hay muchos autores jóvenes, con un lenguaje más cercano. De mis libros recomendaría Cajón desastre, pues empieza con una poesía muy sencilla y va subiendo de nivel e intensidad conforme se van pasando los poemarios.

Cuéntanos algo de tu experiencia en grupos como #Plataforma y en eventos poéticos en León.

León es una provincia con un poso literario y cultural maravilloso. #plataforma es un grupo que ayuda a jóvenes autores a darse a conocer y en el que se aprende muchísimo. Nuestros recitales no son muy convencionales, quizá por eso las personas que acuden a nuestros eventos tampoco. Pero no sólo estamos nosotros: el Poetry Slam León, Colectivo mil9, Ágora… Muchos grupos poéticos y literarios y también infinitud de eventos. Los que más me gustan obviando, por supuesto, los de #plataforma son los de carácter anual como el Urogallo, Coronio, Versos en Busmayor, Poesía para Vencejos, Poemas en el claustro… Perdona, que me dejo muchos ¡por suerte en unas pocas líneas imposible hablar de poesía en León! No dejes de investigarlos.

Aparte de poeta, eres muchas más cosas: editora, madre… ¿cómo integras todas tus facetas en tu día a día? Te imagino haciendo malabares, como en el circo 🙂

Pues no lo sé, la verdad. Intento hacerlo lo mejor que puedo en cada una de ellas y darme un poquito de espacio para centrarme. Soy una mente inquieta con una vida movidita.

¿Qué le dirías a alguien que empieza ahora en el mundo de la escritura poética?

Que lea, que lea mucho, muchísimo. Que escriba también todo lo que pueda. Que se deje empapar por todo lo que hay a su alrededor. Que despierte su mirada bárbara. Que por formar parte de un grupo no pierda su voz y que no se contamina mientras se escribe por seguir leyendo. Que lo deje todo reposar y lo remueva antes de mostrarlo. Que, a veces, hay que zurcir los versos ya escritos para que tengan más potencia. Pero, sobre todo, que disfrute. Porque la poesía es un modo de vida, o por lo menos, lo es para mí. ¡Y que se anime con nuestros cursos de la Escuela Mariposa!

Marina sabe transmitir con su voz y con su cuerpo tanto o más que sólo con sus palabras. Es una de esas poetas que crece al subirse a un escenario y se hace inmensa. Si podéis id a verla a alguno de los múltiples eventos en los que participa, porque no os dejará indiferente. Y como muestra, una pequeñísima selección de algunos poemas suyos recitados por ella misma.


Marina Díez sobre el aborto (2019)


Llora (2020)


Fumando la vida (2020)


Primer poema de «Allá»

Pero esto es, como podréis imaginar, una pequeña muestra de su talento sobre los escenarios. Si la seguís en sus redes sociales, por ejemplo en su instagram, podréis verla en vídeos, recitales y demás eventos mucho más actuales y, sobre todo, estar al día de sus convocatorias y sus proyectos.


Como siempre, para acabar este Filandón Violeta os dejo con una muestra de su obra. Son sólo dos poemas, pero tan potentes que espero que os dejen con hambre de seguir leyéndola. Buscad sus libros en las librerías, en su editorial, en las bibliotecas, donde sea. Pero buscadla y leedla. Es adictiva.

MUESTRA DE SU OBRA (para abrir el apetito)

Autobiografía

Nací un mayo nevado.
Mi madre me llamó Flor de primavera,
mi padre, Copito de nieve.
Finalmente triunfó el “Marina”
idea de mi abuela.
Desde aquel día si veo copos,
sonrío.
Sé que me siento en casa,
un halo de paz me recorre.

(Filandonas / Volandas, Mariposa Ediciones, 2021)

Bellas Artes
 
Amé a todo y casi todo:
el abrazo del alma amiga,
la mano que me daba de beber,
el oído que escuchaba mi voz
                    (la utilicé en varios formatos:
                    grito, susurro, risa, gemido,
                                incluso, poema).
Lucía una capa invisible de belleza,
que permitía únicamente percibir las botas de bruja.
Mi espíritu hizo magia.
Forjé leyenda en un primer
y segundo día.
Al tercero resucité con los ojos cansados,
el alma alegre
y el cuerpo molido.

Mereció la pena.

(Filandonas / Volandas, Mariposa Ediciones, 2021)

Muchas gracias, Marina, por el cariño y el tiempo dedicados. Sabemos que hablarán de ti en el futuro. Eres una de las imprescindibles del panorama literario nacional.

TEJIENDO EN LA SOMBRA

Tejiendo y leyendo y escribiendo y viviendo y soñando y amando y… y todo lo que hago siendo todo lo que soy. Ahí estoy yo, detrás de este filandón violeta, intentando sobrevivir en una gran ciudad donde me siento hormiga, leyendo, escribiendo y recitando poesía, siendo madre, trabajadora y poeta de guardia, como decía nuestra querida Gloria.

Me llamo Pilar Escamilla Fresco y si quieres saber de mí búscame aquí: www.caradeluna.es

Pero ante todo lee poesía, lee poesía todos los días de tu vida.
Y si tienes hijos, léeles poesías.
Sin poesía, no hay vida.