Hace un año que estábamos con esto. Gracias a Rocío y a Agustín por ayudarme tanto.
jueves, 24 de marzo de 2016
viernes, 18 de marzo de 2016
La casa llena
Yo necesitaba sentirme sola.
Y resulta que tengo la casa llena de gente,
los poemas llenos de silencios,
y las ganas de ti desbordadas.
No sé cómo ser esa mujer sola
entre ocho millones de personas solas,
y cambiarte por una bocacalle
que desemboque en mi espalda.
La verdad es que mis poros
respiran muchedumbre y silencios,
y que cuando cierro mi puerta
hallo descalzos y sin ropa
los comienzos que nunca fueron.
Vuelvo a buscar mi sombra
para hacerla huir lejos,
hablo sola y no me entiendo,
y no sé si cuando me engaño,
me creo o no me creo.
Ésa es la cuestión.
Yo necesitaba sentirme sola.
Saqué de mi lado los pasos
de colores y grises atropellados.
Y ahora, mi casa, se llena.
Porque el día a día es un calabozo
de facturas, multas y neveras con eco.
Y llenar cuartos vacíos
soluciona las jaquecas y los impagos.
Y resulta que tengo la casa llena de gente,
los poemas llenos de silencios,
y las ganas de ti desbordadas.
No sé cómo ser esa mujer sola
entre ocho millones de personas solas,
y cambiarte por una bocacalle
que desemboque en mi espalda.
La verdad es que mis poros
respiran muchedumbre y silencios,
y que cuando cierro mi puerta
hallo descalzos y sin ropa
los comienzos que nunca fueron.
Vuelvo a buscar mi sombra
para hacerla huir lejos,
hablo sola y no me entiendo,
y no sé si cuando me engaño,
me creo o no me creo.
Ésa es la cuestión.
Yo necesitaba sentirme sola.
Saqué de mi lado los pasos
de colores y grises atropellados.
Y ahora, mi casa, se llena.
Porque el día a día es un calabozo
de facturas, multas y neveras con eco.
Y llenar cuartos vacíos
soluciona las jaquecas y los impagos.
jueves, 17 de marzo de 2016
La Cueva de la Dragona
Hoy tengo el honor de participar en este evento de poesía que organiza y presenta el gran Alejo de Togores. ¡Os espero!
miércoles, 16 de marzo de 2016
Insomnio
Para cuando llegue la noche
creerás que me he ido de tu pensamiento.
Los silencios que siembras en mi camino
se harán tenues
y desaparecerán
conforme caminas hacia el descanso.
No te deseo nada malo.
Sólo quiero que cuando las legañas te visiten
vayan acompañadas
de todas las veces que reímos juntos,
de nuestras conversaciones
frente a una jarra de cerveza,
de tu sofá orejero con mis piernas colgando,
de mis pelos caídos de madrugada
sobre tu almohada,
de mi ropa tirada al pie de tu cama.
Quiero que el sueño te visite de lejos,
que el cansancio te agote,
pero que no se acueste a tu lado,
y que cada microsegundo
eterno
de una noche de insomnio
que vivirás día tras día
esté sembrado
del timbre de mi voz,
del tacto de mi piel,
de mi olor,
de mí.
Y que nunca más puedas dormir...
si no es a mi lado.
Pilar Escamilla Fresco
Suscribirse a:
Entradas (Atom)