Dedicado a Vedacris.
"Mi terraza no entiende de penas"
Verónica Hernández
Hay una casa cerca de una isla
que tiene ganas de salir a navegar.
Hay un silencio apenas rotopor el trino de un ave.
Hay un amor que se construye
sobre cimientos firmes.
Hay un ángel que recorre el mundo
entre lecturas y amigos lejanos.
Hay otro ángel que busca en aulas
el mundo que nos espera.
Hay un héroe que se pierde en musarañas
mientras baila al ritmo de Beret.
Hay una heroína de apenas un metro
que se sueña volando sin jaulas.
Hay cuatro peces de colores
que disfrutan del silencio ausente.
Y hay una pantera que ronronea
y se deja convertir, a veces, en muñeca.
Todo esto crece en una casa
con más de cuatro paredes,
una cocina repleta de croquetas,
un horno que huele a bizcocho,
y una terraza que desafía
sin miedo
a quien amenaza la vida estos días.
Pilar Escamilla Fresco