Publicación original: ¿Qué hay de nuevo, vieja?
Llevo bastante tiempo desaparecida de la vida pública. Apenas hago presencia más que en estos artículos que publico mes a mes en MasticadoresFEM. No tengo ni actualizada mi página web. He desaparecido de las redes sociales. Prácticamente no estoy en ningún evento y, si voy a alguno (muy, muy contados), es de público. Hago poco caso al móvil y sí, quedo con algunas de mis vidas cercanas, pero es algo muy seleccionado y con cuentagotas. Algunos de mis amigos me preguntan ¿qué te pasa, Pilar? ¿estás bien?
He de decir que sí, que estoy bien, que hace mucho tiempo que no estaba tan bien. Que estoy en un momento de paz mental y personal, disfrutando de la vida, de mi hija, de mi familia elegida. Pero hago eso: saborearles despacito. Estoy leyendo mucho, escuchando música, nadando casi a diario, y tratando de retomar rutinas y hábitos de estudio de cara a unas oposiciones que necesito conseguir sacar. Quizás esté un poco tortuga o caracol, pero he de reconocer que esto es lo que necesito ahora.
Los que me conocen saben que he pasado unas cuantas, pero unas cuantas montañas rusas. Que he peleado contra gigantes de viento no inventados, contra monstruos y contra el pasado. Incluso contra mi Cthulhu personal, que soy yo misma. Son batallas, algunas, que sigo manteniendo, pero ya no me quitan el aire. Y este poder respirar me está permitiendo saborear la vida un poco más despacio, y con más ganas, sin atragantarme ni atiborrarme por ningún atracón desesperado. Y sin necesidad, pues, de vomitar nada.
En mi mente hay una banda sonora con 4 Non Blondes a grito pelao en la carretera, conduciendo sola y con las ventanillas bajadas. Para, justo al acabar la canción, llegar a donde sea que voy, asomarme a la ventana del coche y decir, como aquel conejo de dibujos animados “¿qué hay de nuevo, viejo vieja?”.
Y como esta sección va de rescatarme, y todos sabemos que a las princesas mujeres no se las rescata, se les deja vivir y elegir su vida, vengo ahora unos meses a hablaros un poco de mis publicaciones, de qué he ido haciendo desde hace tiempo, de qué libros tengo publicados, en cuántos participo, etc. Y compartiré, también, algunos de mis textos más escondidos, los que sólo pueden ser leídos si conoces, con suerte, el lugar donde están publicados.
Por ello, acompañadme estos meses que vienen. Cantad conmigo todo lo alto que podáis. Asomaos a la ventana de mi coche y entrad en mi vida para saber, un poco, sólo un poco, qué ha sido de esta vieja amiga que está, simplemente, respirando. Ya sabéis, no se da ningún paso atrás, sólo se frena el ritmo para coger aire y seguir avanzando. Y ahora, queridos míos, estoy cogiendo aire.
TEJIENDO EN LA SOMBRA
Tejiendo y leyendo y escribiendo y viviendo y soñando y amando y… y todo lo que hago siendo todo lo que soy. Ahí estoy yo, intentando sobrevivir en una gran ciudad donde me siento hormiga, caracol o tortuga, leyendo, escribiendo y recitando poesía, siendo madre, trabajadora y poeta de guardia, como decía nuestra querida Gloria.
Me llamo Pilar Escamilla Fresco y si quieres saber de mí búscame aquí: www.caradeluna.es
Pero ante todo lee poesía, lee poesía todos los días de tu vida.
Y si tienes hijos, léeles poesías.
Sin poesía, no hay vida.