El silencio te permite llegar aún más dentro de mí;
cuando callas, tu recuerdo se apodera sin quererlo
de todo mi pensamiento, y te siento tan presente
cada vez que penetra el aire, suave, en mis pulmones,
en cada inspiración triste, lenta, honda y recordada.
Mis días pasan despacio mientras trato de descubrir
el mensaje que quizás escondiste tras tus palabras
que viertes en mí como dulce esencia, con cuentagotas.
Y vuelves a ser el centro de mi pensar, de mi soñar,
de mi mirar a través de los vidrios aún empañados
y vuelvo a ver sólo el recuerdo de tu rostro borroso…
miércoles, 21 de septiembre de 2005
jueves, 8 de septiembre de 2005
Poema
A Pablo, como siempre
Dejemos que nuestro amor sea como un río…
que cuando llueva el cauce sea abundante;
que si hace sol el camino se agriete a nuestros pies;
que crezca con la lluvia que mana de nuestros ojos;
que se desborde en primavera;
que a su ribera crezca el verde;
que los sauces bajen a acariciar sus aguas;
que bajo su superficie se acaricien nuestras manos;
que en su espejo se crucen nuestras miradas…
Dejemos que nuestro amor sea como el Arco Iris…
que si yo me siento azul y tú amarillo,
entre los dos seamos esperanza verde;
que si yo hoy soy de color rojo y tú azul,
el morado se adueñe de nuestros sueños;
construyamos el monumento al silencio
cuando tu blanco busque consuelo en mi negro;
y que un gris apagado dé paso, primero, al rosa pálido,
y, después, a la fusión efervescente de los fosforitos.
Quiero construir a tu lado mi nido,
despertar en tus brazos si mis sueños son malos,
abrazarme a ti si mi silencio me ahoga,
sentir tu mirada en cada uno de mis pasos,
volar a través de la ventana hasta la luna de plata
y allí mecerme de madrugada cuando la rabia me despierte,
convertirme en ave soñadora si me miras,
ser en ti, como tú eres en mí,
ser, tan sólo, nosotros.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)