Robaré tu esencia de noche
para preñar mis cuadernos.
Si mi cabello ondea suelto
sobre tu cuerpo
aullaré tus lunares devorándolos.
Nunca más abajo. Arrodillada jamás.
Cabalgaré sobre ti
cogiendo las riendas de tus senos
y haciendo míos tus suspiros.