El día menos pensado
el café te sabe dulce y no amargo,
te preparas una tostada con jamón serrano,
y los alfileres de agua no duelen cuando te duchas.
El día menos pensado
decides ir a trabajar con tu camisa de flecos,
con una flor en el pelo, los labios pintados
y una sombra rosada en los párpados.
El día menos pensado
coges el autobús y descubres sorprendida
que la primavera llora amapolas sobre las rotondas,
y el cielo amanece sin nubes aparentes,
El día menos pensado
Madrid te engulle sin masticar y de golpe
no duele el aire gris o la sombra de los rascacielos,
ni tú te duermes por los pasillos del metro.
El día menos pensado
quien te quita el sueño desaparece de tus noches
y te das cuenta de que hace más de dos días
que no pronuncias su nombre cerrando los ojos.
El día menos pensado
sabes, y no sabes por qué lo sabes,
que has empezado a olvidar y no quieres hacerlo,
pero que debes girar en la siguiente plaza.
El día menos pensado
te acuestas con mariposas en la almohada
y despiertas con un atrapasueños
colgado de tu ventana aún cerrada.
Pilar Escamilla Fresco
Ilustración: Luiso García