Mi vértigo es la inseguridad de que este puente que cruzo a diario antes de meterme en tus tripas, y que con el viento no deja de bailar encima de la autopista, me sujete. Mi vértigo es querer subir a lo más alto y mirar por el balcón sabiendo que sufriré. Mi vértigo es asomarme por el hueco que dejas entre los dedos cuando acaricias mi pelo. Mi vértigo es querer saltar al vacío, sin red ni paracaídas. Mi vértigo es entrar en tus entrañas cada mañana cuando despiertas. Mi vértigo eres tú, y es tu mirada cuando callas.
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