sábado, 18 de diciembre de 2010

El Soplao

En el principio fue la llama, el fuego. El despertar a la vida. Como suele ocurrir, le siguieron las cenizas y la calma. Con el tiempo, se convirtió apenas en un fantasma con sombra. Un relámpago en el metro le hizo romperse de nuevo. Y rezó la oración de Peri Rossi que tantas veces había rezado sin creérsela: "Líbranos, Señor, de encontrarnos, años después, con nuestros grandes amores". Supo, entonces, que el fuego podía volver a prender aunque sólo hubieran quedado cenizas en el suelo. Sólo había que soplar. Daba igual la dirección.

(Publicado en: Filandón 3.0)

 

4 comentarios:

  1. me ha gustado especialmente este micro.
    Excelente filandón!
    Un abrazo de josef.

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  2. Muchas gracias por el comentario. Tu blog también es muy interesante. Un abrazo, Pilar

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  3. Muy, muy bueno. Y lo peor, contiene toda una verdad universal. Además te quedó muy poético y original.
    Un saludo.

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  4. Muchas gracias por tus bellas palabras. He podido ver un poco de tu blog. Es muy, muy interesante. Le seguiré la pista.
    Saludos

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