lunes, 18 de octubre de 2004

LISBOA

A Bea



Lisboa Es un mar subterráneo
de cuestas que suben y bajan
al ritmo melancólico del fado.
Flota en mi memoria
subterránea
profunda
como un océano tibio y oscuro,
a veces dulce, a veces salado…
Océano Atlántico, río Tajo…
Un tranvía anciano y oxidado
compite en tus arterias
con otro más cómodo, más moderno.
Te rodean gentes del siglo pasado
y en tus fachadas la historia
deja su huela bien marcada.
Lisboa gris y luminosa
viva y cosmopolita
que cubre sus días con adoquines
sobre los que se desliza la vida.

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