viernes, 30 de agosto de 2019

Natación sincronizada


Le dijeron varias veces que el mar estaba lleno de peces.
Le dijeron que no dejara de buscar.
Le dijeron que saliera a nadar.
Le contaron que tras un arrecife de amapolas
había un local donde las caracolas
ponían banda sonora a todos lo que querían bailar.
Y fue verdad.
En medio de una pista de titanio
había un caballito de mar de color azul.
Se miraron.
Sólo sus ojos se acariciaron.
Se miraron.
Ambos venían cubiertos de lágrimas.
Bailaron el miedo, bailaron las heridas,
bailaron la soledad, bailaron los sueños,
bailaron todo lo que les abrazaba.
Y descubrieron que la natación
es mejor cuando se baila sincronizada.
Y desde entonces se sintieron
juntos, asustados y revueltos,
como peces en el agua.


Pilar Escamilla Fresco

jueves, 22 de agosto de 2019

Arousal in your back

I love you like a cat laying upside down,
Laying upside down, I love you
Gioconda Belli

There is a path that my eyelids follow while sleeping.
Quietly, I bring my body closer to your back,
looking forward each of your body freckles to turn it into a kiss.
I breathe you from the neck to your hams.
There is a scent in you that arouses my most primitive instincts.
My tongue knows she owns you.
Gently, you wake up.
You purr like a cat laying upside down.
You stir under my fingertips.
Our lips begin their own dialogue.
Until I get rid of them and look for your neck.
Then, I slowly down by your belly.
I make a pause in your belly button,
to finally sink between your legs
and weave a labyrinth with invisible threads.
You shudder.
You are seed and river.
You, my feline.

Pilar Escamilla Fresco

(Translated by: Luis Martínez Arnal)

Original Spanish version: Despertar en tu espalda

Despertar en tu espalda


Te quiero como gata boca arriba,
panza arriba te quiero
Gioconda Belli

Hay un camino que mis párpados recorren aún dormidos.
En silencio, arrimo mi cuerpo a tu espalda,
busco cada uno de tus lunares para convertirlo en beso.
Te respiro desde el cuello hasta tus nalgas.
Hay un aroma en ti que despierta mis instintos más primitivos.
Mi lengua se sabe dueña.
Poco a poco despiertas.
Ronroneas como gato panza arriba.
Te revuelves bajo la yema de mis dedos.
Nuestros labios empiezan su propio diálogo.
Hasta que me deshago de ellos y busco tu cuello.
Bajo entonces despacio por tu vientre.
Me detengo un poco nada más en tu ombligo
para hundirme definitivamente entre tus piernas
y urdir un laberinto con hilos invisibles.
Te estremeces.
Eres simiente y río.
Tú, mi felino.

Pilar Escamilla Fresco