lunes, 8 de diciembre de 2014

Cambia tus espejos por ventanas

Mírame.
Desliza tu mirada a mi rostro y desnúdame.
Soy yo la que busca tu mano tras el espejo.
Soy yo la que te llama desde la almohada.
Recítame cuando reces a tu Dios.
Y conviérteme en el reflejo de tus alas.
Bebe de mi vientre cuando te llamo.
Cambia tus espejos,
no te mires, no te busques, no te llames.
Cámbialos por ventanas,
y mírame, búscame, llámame.
Seré quien esconda las uñas
para acariciarte sin ellas
y cuando te descuides,
sin dudarlo,
te arrancaré la piel entera
y vestiré mis curvas con tu belleza.

Pilar Escamilla Fresco