domingo, 16 de junio de 2019

Solsticio en Turgencius. 2º Encuentro de Poesía y Música

Tengo el honor de participar este año en la 2ª edición del Solsticio en Turgencius. Encuentro de Poesía y Música.




A los pies de la torre de Los Linajes, que revive la memoria del Castillo de Turgentius que allí existió, se encuentran cada año poetas y músicos que celebran, acompañados de la tradicional hoguera, los días más próximos al solsticio.

Los versos, la música y el canto flotan en el paisaje de Turienzo de los Caballeros (León) y este recóndito y mágico lugar del corazón de la Maragatería se impregna de magia y de vida. 

Os invitamos a venir y descubrir uno de los pueblos más bellos de la provincia de León, que guarda entre sus piedras los secretos de las órdenes templarias y tesoros olvidados, un lugar rebosante de historia y de leyendas.

Día: sábado 22 de junio
Hora: 20’00 horas. 
Duración aproximada: 2 horas. 
Lugar: Turienzo de los Caballeros, (junto a la torre de Los Linajes). (Municipio de Santa Colomba de Somoza)

Presentan y coordinan el acto: Mercedes G. Rojo y Paz Martínez, escritoras y gestoras culturales de la comarca.

Participan: 

en la palabra: Pilar Escamilla, Ángeles Fernangómez, Alicia López, Nicanor García, Néstor Rojas, Armando Vega, Richard G. Nye

en la música: Esther Lanzón y Eugenio López 
voces llegadas de distintos puntos de dentro y fuera de la provincia, en un recorrido intergeneracional por la música y la literatura. 

Tras la velada poética, el encuentro continuará con una anticipada HOGUERA DE SAN JUAN, para dar la bienvenida al solsticio de verano, en torno a la cual el público asistente que así lo desee podrá participar libremente con leyendas, narraciones, canciones u otros elementos propios de este tipo de veladas. 

Con la colaboración de: Ayuntamiento de Santa Colomba, Turismo Maragatería, la Fundación Conde de Cabra y la Junta vecinal de Turienzo de los Caballeros.

Precio: Gratuito

lunes, 3 de junio de 2019

A los pies del Teleno

Yo ya creía, amor, que Astorga sería pasado.
Que olvidaría el café con rosquilla del Pasaje,
que no volvería a ver más que de paso
el lúpulo inclinando el paisaje,
los maragatos tocando las horas en la Plaza,
el mercadillo de los martes,
los fardos en los márgenes de la carretera,
las lágrimas de San Lorenzo en las eras,
las meriendas con moras y arañas bajando al río,
y la sonrisa de quien te cruzas y sabe de ti,
aunque tú no lo quieras ni lo sepas.

Yo ya creía, amor, que sería una de esas mujeres
que por San Juan queman su pasado,
esperando no repetir pautas y dolores,
y creyendo que los fantasmas
puedes ahuyentarlos y olvidarlos.

Pero un día de invierno,
me trajiste de nuevo el olor a hogaza,
el bizcocho de manzana reineta,
las mantas de lana del Val,
los calcetines hechos por la abuela,
y la certeza de que a la vida hay que darle
más oportunidades de las que crees,
y que nunca es tarde, amor,
para ver atardecer desde la muralla
y con el Teleno nevado en el horizonte.

Pilar Escamilla Fresco
02/06/2019